domingo, 31 de diciembre de 2023

DESPEDIDA Y ENCUENTRO, FELIZ 2024


ADIÓS 2023

 


Con este bucólico paisaje de uno de mis lugares preferidos, el Lago de Puigcerdá, quiero despedir el 2023 y recibir el 2024 en vuestra compañía. Lo hago con una reflexión, creo que es un buen momento para que, al igual que hacemos con nuestros deshechos, reciclemos nuestras vivencias de este año que se acaba.  

Os invito a escoger dos contenedores, en mi caso me quedaré con uno blanco y otro negro pero que cada uno le ponga el color que prefiera pues, como decía la Tía Consuelo (pocos, como ella, han sabido encontrar ese color de cristal para adecuarlo a una vida larga y dura y saber salir adelante), citando a Ramón Campoamor "Y es que en el mundo traidor  nada hay verdad ni mentira todo es según el color del cristal con que se mira"

En  mi contenedor negro, depositaré todo aquello que ha tenido un carácter negativo hasta hoy. Considero que todo lo malo que me ha sucedido está ya superado y recordarlo no va a hacer que mi vida sea mejor y en todo caso es algo que ya no puedo cambiar. Una vez lleno ese contenedor, ya podéis imaginar cual es su destino, arder en las llamas del olvido.

En mi contenedor blanco, irá todo aquello que ha hecho mi vida más feliz; los momentos familiares, sobre todo los vividos con los más pequeños para que sigan contagiándome su energía (como disfruto de ser abuelo y tío abuelo, para que nadie se sienta agraviado). También esos momentos compartidos con los amigos, tengo mucha suerte de poder disfrutar de esos amigos que son también mi familia. Por supuesto ese contenedor blanco iniciará conmigo el 2024 y me acompañará a lo largo del mismo para ir depositando, en él, todo lo bueno que vaya llegando que deseo sea mucho, para mi y todos los que me rodean y aprecio.

 

 

El mismo paisaje, con el que hemos despedido un año y empezado otro, ira cambiando. Al invierno le sucederá la primavera, son cambios naturales como lo son las circunstancias por las que transcurrirán nuestros días donde en algún momento puede que las nubes oculten el sol. Os deseo de todo corazón que sean los menos y que en el 2024 tengáis Salud, Amor, Felicidad y que se logre conseguir la Utopía de que podamos vivir en un Mundo de Paz.




FELIZ 2024 para todos, en el que  cada día se conviertan en un paisaje de extraordinaria belleza.

 

  Matías Ortega Carmona

 



viernes, 22 de diciembre de 2023

FELIZ NAVIDAD 2023

 

 

FELIZ NAVIDAD 2023

 

Mi poema navideño de este año recogía la trágica situación  que se está viviendo en el Oriente Medio, en los lugares donde tuvo su origen la cristiandad que trajo consigo estás Fiestas que año a año rememoramos. Hoy, prácticamente metidos de lleno en la Navidad, quiero felicitaros a todos, familiares, amigos y a aquellos que  seguís habitualmente lo que escribo y desearos que el 2024 sea amable y traiga Paz y Prosperidad para todos. Lo hago con unas imágenes de Pasajes Navideños y con un video muy entrañable que me envió, Xefa, una buena amiga; en él se recogen momentos costumbristas de la vida en las aldeas y pueblos gallegos acompañados de una hermosa canción, en una dulce voz. Deseo que os guste y que os predisponga el ánimo para vivir unos días emocionantes junto a vuestros seres más queridos:

 










FELIZ NAVIDAD

BON NADAL

BO NADAL

EGUBERRI ON

martes, 12 de diciembre de 2023

Navidad 2023



 

 

 


 

¿Aún existe la Navidad en el lugar que nació?

 

Ya no hay Niño ni Pesebre,

tampoco ovejas y pastores,

se apagó aquella Estrella

que la Buena Nueva anunciaba.

En el cielo solo aviones

y el ruido de las bombas

sustituyendo a los tambores.

No hay bucólicos arroyos

que rieguen la Tierra Santa,

que ahora bebe la sangre

que los hombres derraman,

unos, cegados por el odio,

otros, por la Sed de Venganza.

No aprendió nada esa tierra,

ni los hombres que la habitan

de la historia de aquel Niño,

hacen vano el sacrificio

del quien la Paz proclamaba.

Hacen oídos sordos

y se matan como alimañas.

Los que no hacen la guerra

son los que en realidad

sufren sus consecuencias.

Ancianos, mujeres y niños

que son vilmente asesinados

en esa maldita contienda.

Quizás dentro de unos días,

cuando llegue la Navidad,

los cañones descansen,

en señal de buena voluntad.

Pero solo será un espejismo

en esta cruel realidad.

Lo veremos desde lejos,

la mayoría como algo ajeno,

otros, los “más entendidos”

justificando a uno u otro bando,

cuando la verdad es que, el horror,

la miseria, el hambre, la muerte,

las enfermedades que provoca

esa guerra sin sentido,

ninguna guerra lo tiene,

debería afectarnos a todos.

No puedo felicitar la Navidad

a esas gentes de la Franja de Gaza,

tampoco al Pueblo Judío,

y no porque no lo desee;

lo deseo fervientemente,

pero solo será posible,

cuando unos y otros

apuesten por un objetivo común.

Reconocimiento mutuo,

derecho a una tierra propia,

en la que poder vivir,

formar una familia,

criar hijos que crezcan en Paz,

alejados del Odio.

Mis deseos en esta Navidad,

si realmente existe ese milagro,

es que aquellos que,

(los hay en los dos bandos)

se afanan por conseguir:

Paz, por encima del Odio,

Respeto y Reconocimiento,

Convivencia y no Conflictos,

impongan esos razonamientos

haciendo callar definitivamente

la terrible voz de las armas.

 

Matías Ortega Carmona

Diciembre de 2023

 

Nota del Autor:

Me ha sido imposible, este año, viendo los conflictos en los que está inmerso nuestro planeta, unas veces con la indiferencia de la sociedad y siempre con la poca voluntad de quienes realmente pueden pararlos, hacer el clásico poema navideño de siempre. Eso no obvia que, para mi familia para mis amigos y  quien ahora me lee,  desee que disfrutemos estas Fiestas con el mayor Cariño e Ilusión, transmitiendo a los más pequeños esos valores que hará que cuando vayan creciendo sean más Solidarios con quienes sufren y carecen de lo más necesario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

POEMA - EL ARCO IRIS MÁS HERMOSO




EL ARCO IRIS MÁS HERMOSO

 


 

Arco Iris

 

Es el Arco Iris más hermoso,

el que me trae la desnudez de cuerpo,

abanico, crisol de colores,

desde la luz de tus ojos,

al rojo pálido de tu boca.

Labios entreabiertos

de sonrisa que provoca,

que deja entrever

esas perlas de marfil.

Contraste sutil

con el toque dorado

de tus cabellos ondulados,

con tu precioso cuerpo

caminando sobre la arena

que cual linda, preciosa Sirena,

me acerca el mar hasta la playa.

Tumbada en tu toalla,

la caricia del sol,

saca destellos dorados

en las gotas de agua

que resbalan por tu piel,

yo miro al sol y tengo celos de él.

Contemplo tu figura,

tus senos generosos,

con su sonrosada aureola

que apunta a las alturas.

Colores hermosos

en tu cuerpo de mujer

Arco Iris del deseo,

Arco Iris del placer.

 

Matías Ortega Carmona

Derechos Reservados

miércoles, 8 de febrero de 2023

HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ

 

 

MIGUEL HERNÁNDEZ

 


 

 

 

 

 

HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ

 

 

Confieso, aunque ya antes había leído alguno de sus poemas y conocía datos de su biografía, que fue escuchando los versos de Miguel Hernández musicados por Joan Manel Serrat cuando me interesé realmente por leer y saber más sobre este escritor y su obra.

 

Es curioso comprobar como la mayoría de nosotros necesitamos una larga vida para dotarla de contenido, mientras otras personas, como el caso de Miguel, viven tan poco tiempo con una intensidad tal, que su legado y vivencias los hacen inmortales. Treinta y un años fueron suficientes para abarcar todas los sueños que forjó siendo niño y sufrir las desgracias que nunca imaginó.

 

En tierras de Orihuela nació, fue niño y se hizo hombre. Tuvo la infancia propia de un hijo de familia campesina, acceso fácil al trabajo y difícil a los estudios. Aún así cumplió en ambas facetas; era el hortelano que trabajaba la tierra:

 

¿Estás hermosa aún, verde y fresca?

¿Tus tierras verdes, su manto

de frutos y rosas guarnecido,

han roto ya por triste encanto

y de las hojas muertas se han vestido?

 

Pero, a golpe de azada y buceando en los libros, fue también el hortelano que cultivó sentimientos regados con sus lagrimas que sirvieron de homenajes al recuerdo de su amigo, Ramón Sijé, al que tempranamente se llevó la muerte. Maravillosa su Elegía escrita para narrar el dolor que embargaba su alma:

 

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas,
y órganos mi dolor sin instrumentos,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento.

Dos mujeres marcarían su vida en unas relaciones, la primera tormentosa y pasional con la pintora Maruja Mallo y la segunda, más serena y profunda con la que fue su esposa y madre de sus hijos, Josefina Manresa. De ambas experiencias, Miguel, dejaría constancia escribiendo bellos poemas:

Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura, sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo
dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Te me mueres de casta y de sencilla...
Estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.

Yo te libé la flor de la mejilla,
y desde aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.

Cuando su carrera como escritor empezaba a consolidarse, estalla la Guerra Civil y el poeta se convierte en soldado. De sus experiencias en los diversos frentes de batalla en los que estuvo, Miguel Hernández nos dejó poemas que denuncian la crueldad y la sinrazón de estas contiendas:

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Van derramando piernas, brazos, ojos,
van arrojando por el tren pedazos.
Pasan dejando rastros de amargura,
otra vía láctea de estelares miembros.

Ronco tren desmayado, enrojecido:
agoniza el carbón, suspira el humo
y, maternal la máquina suspira,
avanza como un largo desaliento.

La tragedia persiguió siempre la vida del escritor, también en su experiencia como padre; sus hijos nacen en pleno conflicto bélico, muriendo el primero de forma prematura e impidiendo la guerra y el posterior encarcelamiento del poeta que pudiese disfrutar plenamente de esa paternidad. Una carta de Josefina Manresa en la que le dice a su esposo que el hambre acecha de tal forma que sus únicos alimentos son pan y cebolla sirve para que Miguel convierta ese comentario en verso escribiendo sus Nanas de la cebolla:

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tú sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Su periplo por distintas prisiones no impide que siga escribiendo y en su Cancionero y Romances de Ausencia recoge Miguel las vivencias y sensaciones de sus últimos años. En sus primeros meses privado de libertad aun escribe con el ánimo entero y la ilusión de que será capaz de superar esa situación para volver con su esposa e hijo:

No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme. no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa ?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.

Doce días de libertad, del 17 al 29 de septiembre de 1939 le permiten disfrutar por última vez de la compañía de Josefina y su hijo Manuel Miguel. En enero de 1940 es condenado a muerte y en junio del mismo año la pena le es conmutada por treinta años de prisión. Madrid, Palencia, Ocaña serán etapas en un itinerario de cárcel y penurias que mermará su voluntad y su salud. Su destino final es el Reformatorio de Adultos de Alicante donde fallece en 1942. En este tiempo ha escrito entre otros el poema Me llamo barro aunque Miguel me llame:

Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
Que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.

Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser criatura idolatrada,
embisto a tus zapatos ya sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores.

El hombre, que nació de la tierra, vuelve a la tierra. Miguel sabe que su vida acaba y esto se nota en su obra, siente más que nunca la ausencia de su esposa y de su hijo y lo refleja en sus versos. Letras que quedarán ahí, para siempre, para hablarnos de Orihuela y su huerta, de sus sueños y de sus amores. También para que, aquellos que lo leemos, sepamos más de una página oscura de la historia de España, un tiempo en que los hombres se mataban unos a otros en una guerra fratricida en la que, como en todas las guerras, no gana nadie.

Afortunadamente las ideas y las voces que proclaman la libertad pueden ser acalladas temporalmente pero siempre, siempre, vuelven a florecer. Miguel Hernández está con nosotros.

 

Matías Ortega Carmona