domingo, 25 de agosto de 2019






VIAJANDO POR EL ANTIGUO REINO DE MURCIA

3ª ETAPA - LORCA




Lorca es, después de la Capital y de Cartagena, la tercera ciudad de la Autonomía Murciana. Me sorprenden los datos de población que me comentan en la Oficina de Turismo, alrededor de 90000 habitantes en su termino municipal, pues la apreciación que yo había hecho sobre este tema se quedaba muy por debajo. Tampoco tiene mayor importancia este dato porque lo que nos ha traído hasta aquí son las cosas bellas que esta ciudad ofrece.

Había pasado por Lorca hace muchos años, en un viaje por carretera pero sin detenerme, pues había prisa por llegar a otro destino. En esta ocasión llegamos en nuestro medio natural, el tren. Ya, en las proximidades de la estación, observamos los preparativos para los desfiles de Semana Santa que aquí se viven de forma muy especial y es comprensible, dada la belleza y grandiosidad de los mismos. No podremos asistir a estos festejos pero sí acercarnos a ellos con la visita que vamos a hacer a los Museos de dos de las Cofradías más importantes, la del Paso Blanco y la del Paso Azul.
Pero eso será después de visitar el Palacete Huerto Ruano, una bella mansión que se empezó a construir en el año 1877, finalizando las obras en 1890 siendo el arquitecto encargado de las mismas el lorquino Francisco Navarro Alcaráz. Fue la residencia de su propietario, Raimundo Ruano Blázquez, político y hombre de negocios, miembro y Diputado en Cortes por el Partido Liberal, quien en el año 1903 instaló en este lugar la Sucursal del Banco de Cartagena



Con posterioridad, la propiedad fue cambiando de dueños y pasando del esplendor inicial al ocaso y casi abandono. En el año 1993 fue declarada Bien de Interés Cultural siendo adquirida por la Corporación Municipal en 1996, con lo que se evitó que el deterioro acabase en una triste y ruinosa perdida de tan valioso patrimonio.
En la actualidad es utilizado para albergar exposiciones y muestras culturales, estando previsto instalar aquí la Sede del Instituto Universitario Financiero y de Estudios Fiscales de la Universidad de Murcia.
Coincidiendo con nuestra visita se está preparando una exposición con motivo de la Semana Santa, por lo que no podemos acceder a la planta superior. En la planta baja también hay una muestra de pintura que recoge escenas de la ciudad y contorno.











El enladrillado de los suelos de estas salas presenta una vistosa decoración.



En el techo que remata el vestíbulo principal y la escalera podemos ver pinturas de Wssel de Gimbarda que representan la Alegoría a las Artes y Las Cuatro Estaciones. Este pintor, que firmaba con ese nombre era español y se llamaba realmente Manuel Usser de Gimbarda.
  




La Escalera Imperial que da acceso a la planta superior fue diseñada por Victor Beltri. Cuenta con barandillas de bronce y balaustradas de cristal procedentes de la afamada fábrica Valarino de Cartagena.





Otra de las  principales dependencias de la casa nos recuerda con su hermosa decoración el paso de los árabes por estas tierras. Se trata de la Sala de Reuniones de estilo Neonazarí.





El yeso, los azulejos, la policromía junto a los arcos de herradura y los arcos polibulados logran un conjunto de singular belleza.


Los jardines son otro de los atractivos del Palacete Huerto Ruano de Lorca. Palmeras y otras especies de árboles y flores aportan frescor, paz y belleza al lugar que cuenta también  con una fuente central, surtidores y canalillos para que corra el agua. Como complemento, distribuidas en este espacio, algunas esculturas de Juan González Moreno y Juan Dimas Morales.











Nuestra siguiente visita será al Convento de Santo Domingo donde, ubicado en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, se encuentra la Sede del Paso Blanco.
 


En este Museo se respira ya ambiente de Semana Santa, estamos a escasos días de ella. Se ultiman preparativos y nos es posible ver alguna de  las novedades para este año, como una nueva cuádriga y algunas imágenes y bordados. Carmen, que pertenece a la Cofradía, es la encargada de guiarnos por este  recinto y darnos unas muy detalladas y amenas explicaciones de lo que vemos y el papel que desempeña cada cosa en los festejos.



Mientras Carmen va mostrándonos los distintos bordados yo los voy recogiendo con mis fotografías. Para no hacer interminable este reportaje no las pondré todas y con las que siguen pienso que ya podéis haceros una idea del contenido de este Museo.

































Impresiona ver en los expositores estos mantos con los maravillosos bordados que contienen y el realismo de sus figuras pero donde uno se queda sin adjetivos es viéndolos, portados por los figurantes, en los desfiles procesionales. Tuve el placer de ver los mismos a través de una retransmisión televisiva hace unos años, desde entonces no pierdo la ilusión de repetir la experiencia de forma activa y presencial.



Junto al Convento de Santo Domingo se encuentra el Museo Arqueológico que visitamos con brevedad, pues se acerca la hora de comer y, como casi siempre, nuestro tiempo es más limitado de lo que nos gustaría.



Este Museo se ubica en una antigua casa palacio construida por comerciantes genoveses que residían en la ciudad y su antiguedad varía, según las fuentes, de finales del Siglo XVI y principios del Siglo XVII. 
La titularidad es municipal y en su interior guarda vestigios de las civilizaciones que nos precedieron y habitaron Lorca y su comarca.









Maquetas que nos presentan como era la vida lorquina en la antiguedad.






La imageneria religiosa también  tiene su presencia en las salas de este museo.






Muchas de las piezas de cerámica y alfarería que se exponen proceden de las excavaciones realizadas en el subsuelo del Castillo del Sol, que corona la ciudad, en especial de la zona de la Antigua Judería.






Los secretos y las cosas importantes deben de guardarse bajo cuatro llaves como se puede apreciar en este baúl, construido y utilizado para ese fin.





Nuestra intención es comer en un restaurante con buenas referencias llamado La Taberna Del Buda y nos encaminamos hacia él sin encontrarlo. Preguntamos y resulta que hemos pasado varias veces por delante pero, según nos explica un transeúnte, le han cambiado el nombre y de ahí nuestro despiste. Otra señora, que también  escucha la conversación, nos recomienda otro que tenemos cerca llamado El Rincón de los Valientes y acabamos comiendo allí. Menú correcto y de precio ajustado y además estamos dentro de la zona en la que seguiremos haciendo turismo  después de la comida.

En el Antiguo Convento de San Francisco encontramos una curiosidad que desconocíamos y no figuraba en la documentación que me había preparado previamente, se trata de la Gruta de La Virgen de Lourdes que viene explicada en el panel de la fotografía inferior











Salimos del patio del convento donde está la reproducción de la Gruta de Lourdes, después regresaremos justo al lado para ver el Museo del Paso Azul y seguimos paseando  hasta la Plaza de España donde están el Ayuntamiento y la Colegiata  de San Patricio.








La Colegiata de San Patricio se empezó a construir en el año 1533 debido a una Bula del Papa Clemente VII; las obras finalizarían en 1780 siendo el proyecto del Arquitecto Jerónimo Quijano. 
A lo largo de los siglos, este templo se ha visto afectado por los diversos terremotos habituales en la región, quedando seriamente afectado por el último de gran intensidad del 2011 que causó tremendos daños en la población. Tras los trabajos de restauración la Colegiata volvió a abrir sus puertas en marzo del 2017. No me extenderé más sobre ella pues no la visitamos por falta de tiempo. 

Otro edificio importante, que junto a la Colegiata y el  Ayuntamiento aportan belleza y monumentalidad a la plaza más importante de la ciudad, es el Palacio del Corregidor. 





Este edificio se construyó, según algunos datos que he encontrado, a mediados del Siglo XVIII y en él se resolvían asuntos legales tal y como se hace hoy en día,  pues el actual Palacio de Justicia. A lo largo del tiempo se han realizado diversas obras que han modificado su aspecto, que difería bastante del que tiene hoy en día. Un motivo importante de su fachada es una imagen de la Virgen de la Concepción cuya figura, al estar en una esquina, se abre a dos calles.

El Ayuntamiento es un edificio que se construyó en 1676 en su  fase inicial pero su aspecto actual, con algunas modificaciones posteriores, corresponde a un proyecto del Arquitecto Alfonso Ortíz de la Jara en 1737.



También podemos encontrar en este lugar la estatua de Alfonso X  quien, como es sabido, tuvo un papel muy importante en la vida y el devenir del antiguo Reino de Murcia.

Pasear por la parte antigua de Lorca es muy agradable, sus calles están jalonadas de bellos edificios y el paseo se hace ameno y especialmente corto en nuestro caso por no poder disfrutar más de esta ciudad:









Uno de las muchas Casas Palacio que hay en Lorca es la de los Condes de San Julián, una construcción del Siglo XVII la cual parece ser que está previsto que se convierta en un establecimiento hotelero.






Nosotros tenemos previsto visitar el Palacio Guevara y lo haremos de forma breve, pues se encuentra en obras. Por este motivo  no incluyo ninguna fotografía de la fachada que está parcialmente cubierta de lonas y andamiajes. 
En el Patio Central hay una colección de motos, Vespas y Lambretas, modelos muy populares en los años 60 y 70.



 Lo único que podremos visitar será la antigua farmacia convertida en museo. Aquí me llevo una grata sorpresa pues esta farmacia fue fundada y regentada por un paisano mío,  José Sala Just, nacido en Mataró en 1859 y fallecido en Lorca en 1929. Fue un comerciante afincado en la ciudad con actividad en variados negocios, a su muerte la botica pasó a manos de su hijo, lorquino de nacimiento  con el mismo nombre y apellidos que su padre.












Hemos dejado para el final la visita al Museo del Paso Azul que ocupa parte la Iglesia de San Francisco.


La entrada al Museo está en la parte trasera de la Iglesia, ocupando éste tres plantas del complejo. Como dispone de ascensor, subimos primero al tercer piso para después ir bajando caminando. Al igual que he hecho con el Museo del Paso Blanco, para no alargarme, no incluiré todas las fotografías que tomé. 























Desde el segundo piso, al que hemos bajado por las escaleras de la foto inferior, vemos que en el interior de la Iglesia están ultimando los preparativos para las procesiones de Semana Santa.










También podemos contemplar desde la altura el Altar Mayor de la Iglesia con su Retablo Barroco, obra de Ginés Lopéz en 1694.



Seguimos visitando las distintas salas y deleitándonos con los maravillosos bordados que hay expuestos. Pasamos junto al taller donde las bordadoras se entregan con ilusión a su apasionante trabajo y una de ellas nos hace señas para que entremos. Es toda una experiencia que agradecemos, ver de cerca como bordan y escuchar sus explicaciones sobre lo último que están preparando, ya para el año próximo. 
En este lugar, no está permitido hacer fotografías  pues guardan celosamente el secreto de lo que tienen previsto estrenar en 2020. Lo entendemos y respetamos su deseo, por ello tampoco doy detalles de lo que contiene un monumental manto en el que trabajan afanosamente, él cual, sin duda, causará sensación cuando se presente.









 




He intentado que mis fotografías puedan explicar la belleza de estos trabajos de bordado y la dedicación que exigen. Los Talleres de Bordado de Lorca tienen una bien ganada fama y no sé si siempre el trabajo de estas mujeres se verá igual de reconocido a nivel individual pero a nivel colectivo la ciudad las homenajea con un monumento dedicado a ellas.





No se entendería la Semana Santa de Lorca sin la presencia de los caballos, éstos son parte fundamental de los Desfiles y también ellos tienen su reconocimiento en otro monumento






Nuestra estancia en Lorca finaliza, queda pendiente otra visita ¿Quién sabe cuándo? para vivir su Semana Santa y disfrutar del bello espectáculo que estos festejos brindan.

Matías Ortega Carmona

Lorca 11 de abril de 2019 

Nota: 
Mi agradecimiento público a las empleadas de la Oficina de Información y Turismo de Lorca que tanto en la Feria de Turismo de Barcelona como desde la propia oficina me atendieron con suma amabilidad y me facilitaron la información necesaria para realizar este viaje. Lorca está muy bien representada por ellas.