martes, 27 de octubre de 2020

POEMA - OSADOS EMIGRANTES





OSADOS EMIGRANTES

 

 

Osados emigrantes

 

Vivíamos en nuestra torre de marfil.

Pretendiendo que ese era el mundo real.

Lejos del hambre,  la miseria y enfermedades,

propias de gentes oscuras, sin civilizar,

con un único patrimonio, sus calamidades.  

Un día llegamos hasta ellos y les colonizamos,

no para ayudarles a subsistir y modernizarse,

sino con la avaricia de expoliar su riqueza.

Algunos, aprendieron lo peor de nosotros,

de oprimidos pasaron a ser opresores,

Reyes del expolio, tiranos y dictadores.

Sembraron sus países de odios y pobreza.

Guerras por doquier, hambre y sufrimiento.

Los países “avanzados”, sus antiguos mentores,

les hablaban de la necesidad de Paz

mientras,  por la puerta de atrás,

hacían negocio con la venta de armamento.

Cuando algunos, huyendo de esa tragedia,

abandonaban sus países, por tierra o por mar,

nos parecía un desatino el poderles ayudar.

Oteábamos el horizonte, preocupados,

temiendo  que al final de su viaje,

con su  esperanza y sus ilusiones  como equipaje,

amenazasen nuestro mundo privilegiado.

La imagen de cuerpos heridos por las concertinas,

del hacinamiento en frágiles embarcaciones,

de naufragios con miles de víctimas,

no ablandaba nuestros corazones.

El cuerpo de un niño, ahogado sobre la arena,

pareció despertar nuestra conciencia,

pero ante las  desgracias, cuando son ajenas,

volvemos rápidamente a la indiferencia.

Podemos seguir creyendo que son cosas del pasado,

pero esas gentes que sufren y malviven, confinados,

son, forman parte nuestro presente.

Forman parte del Drama nunca abordado

por quienes nos llamamos civilizados,

son la triste realidad de un Mundo Indecente.

 

Matías Ortega Carmona

 

Octubre de 2020.