martes, 12 de diciembre de 2023

Navidad 2023



 

 

 


 

¿Aún existe la Navidad en el lugar que nació?

 

Ya no hay Niño ni Pesebre,

tampoco ovejas y pastores,

se apagó aquella Estrella

que la Buena Nueva anunciaba.

En el cielo solo aviones

y el ruido de las bombas

sustituyendo a los tambores.

No hay bucólicos arroyos

que rieguen la Tierra Santa,

que ahora bebe la sangre

que los hombres derraman,

unos, cegados por el odio,

otros, por la Sed de Venganza.

No aprendió nada esa tierra,

ni los hombres que la habitan

de la historia de aquel Niño,

hacen vano el sacrificio

del quien la Paz proclamaba.

Hacen oídos sordos

y se matan como alimañas.

Los que no hacen la guerra

son los que en realidad

sufren sus consecuencias.

Ancianos, mujeres y niños

que son vilmente asesinados

en esa maldita contienda.

Quizás dentro de unos días,

cuando llegue la Navidad,

los cañones descansen,

en señal de buena voluntad.

Pero solo será un espejismo

en esta cruel realidad.

Lo veremos desde lejos,

la mayoría como algo ajeno,

otros, los “más entendidos”

justificando a uno u otro bando,

cuando la verdad es que, el horror,

la miseria, el hambre, la muerte,

las enfermedades que provoca

esa guerra sin sentido,

ninguna guerra lo tiene,

debería afectarnos a todos.

No puedo felicitar la Navidad

a esas gentes de la Franja de Gaza,

tampoco al Pueblo Judío,

y no porque no lo desee;

lo deseo fervientemente,

pero solo será posible,

cuando unos y otros

apuesten por un objetivo común.

Reconocimiento mutuo,

derecho a una tierra propia,

en la que poder vivir,

formar una familia,

criar hijos que crezcan en Paz,

alejados del Odio.

Mis deseos en esta Navidad,

si realmente existe ese milagro,

es que aquellos que,

(los hay en los dos bandos)

se afanan por conseguir:

Paz, por encima del Odio,

Respeto y Reconocimiento,

Convivencia y no Conflictos,

impongan esos razonamientos

haciendo callar definitivamente

la terrible voz de las armas.

 

Matías Ortega Carmona

Diciembre de 2023

 

Nota del Autor:

Me ha sido imposible, este año, viendo los conflictos en los que está inmerso nuestro planeta, unas veces con la indiferencia de la sociedad y siempre con la poca voluntad de quienes realmente pueden pararlos, hacer el clásico poema navideño de siempre. Eso no obvia que, para mi familia para mis amigos y  quien ahora me lee,  desee que disfrutemos estas Fiestas con el mayor Cariño e Ilusión, transmitiendo a los más pequeños esos valores que hará que cuando vayan creciendo sean más Solidarios con quienes sufren y carecen de lo más necesario.